En el mundo de la psicología y las relaciones interpersonales, existe un experimento diseñado por el psicólogo Arthur Aron de la Universidad de Stony Brook en Nueva York, que ha llamado la atención de muchos por su capacidad para crear una conexión emocional profunda entre dos desconocidos en un corto período de tiempo. Este experimento, conocido como el «cuestionario para enamorarse», ha sido objeto de interés en la cultura popular y ha demostrado la importancia de la autorrevelación y la vulnerabilidad en la construcción de relaciones significativas.
El experimento de Arthur Aron
El experimento de Arthur Aron consiste en que dos personas se sienten frente a frente y respondan un total de 36 preguntas en voz alta en un tiempo determinado. Estas preguntas están diseñadas para aumentar gradualmente la intimidad entre los participantes, fomentando la autorrevelación y la vulnerabilidad compartida. Al finalizar el cuestionario, se sugiere que los participantes se miren a los ojos durante cuatro minutos en silencio, lo que puede intensificar aún más la conexión emocional.
El cuestionario está dividido en tres bloques, cada uno con 12 preguntas. Las preguntas van desde aspectos superficiales hasta preguntas más íntimas y personales, con el objetivo de crear una sensación de cercanía profunda entre los participantes. Aunque el experimento original de Aron demostró resultados positivos en la creación de cercanía, estudios posteriores han arrojado resultados mixtos en cuanto a la efectividad del cuestionario.
Aplicaciones del cuestionario
Aunque el objetivo original del cuestionario era investigar cómo se forman las relaciones personales, ha sido adoptado popularmente como una herramienta para fortalecer la conexión romántica. El experimento ha sido objeto de interés en la cultura popular y ha sido adaptado en diversas formas, como en obras de teatro y series de televisión.
En resumen, el «cuestionario para enamorarse» de Arthur Aron destaca la importancia de la comunicación abierta y sincera en la construcción de relaciones auténticas. Al compartir aspectos personales y mostrar vulnerabilidad, las personas pueden crear vínculos significativos, ya sea en un contexto romántico o para fortalecer amistades.
En definitiva, este experimento nos recuerda la importancia de la conexión emocional y la intimidad en nuestras relaciones interpersonales, y cómo la autorrevelación puede ser una herramienta poderosa para crear lazos significativos con los demás.
Referencias
- Aron, A; Melinat, E. ‘The Experimental Generation of Interpersonal Closeness: A Procedure and Some Preliminary Findings’. Sage Journals (1997)