El resurgimiento del poliovirus en Europa: una amenaza latente
El poliovirus, un enemigo erradicado en Europa desde hace más de dos décadas, ha reaparecido en aguas residuales de varias ciudades del continente, incluida Barcelona. Aunque todavía no se han registrado casos de parálisis en ninguno de los países con detecciones ambientales del virus, la detección de este patógeno ha encendido todas las alarmas en los organismos de salud pública europeos. El hallazgo no solo plantea preguntas sobre su origen, sino que subraya la vulnerabilidad de ciertos grupos con bajas tasas de vacunación.
Barcelona: El punto de partida de un hallazgo inesperado
Todo comenzó en septiembre de 2024, cuando una muestra rutinaria de aguas residuales de la planta depuradora del Besòs, en Barcelona, reveló la presencia de poliovirus derivado de la vacuna tipo 2 (cVDPV2). Esta forma es una versión mutada del virus atenuado utilizado en las vacunas orales. Aunque en países europeos como España ya no se administra la vacuna oral (sustituida hace años por la versión inactivada), el poliovirus puede llegar desde regiones donde aún se utiliza, como en África y partes de Asia.
¿Cómo ocurre esto? El virus atenuado presente en la vacuna oral puede propagarse en comunidades con bajos niveles de inmunización, mutar con el tiempo y recuperar su capacidad de causar enfermedad. Las aguas residuales son el primer lugar donde se detectan estas señales, ya que el virus es eliminado por las heces de individuos infectados, que en la mayoría de los casos no muestran síntomas.
¿Qué riesgo real existe en España?
A pesar de la alarma, las autoridades sanitarias aseguran que la situación en España está bajo control. La cobertura vacunal nacional supera el 90% en las primeras dosis administradas a bebés de dos y cuatro meses. Sin embargo, la preocupación radica en las dosis de refuerzo, especialmente la administrada a los seis años, donde las cifras descienden en algunas comunidades autónomas hasta el 80%.
Este “pequeño” margen puede ser suficiente para permitir la circulación del virus en grupos no vacunados, como algunas comunidades de inmigrantes o familias con reticencia a las vacunas. De hecho, la Generalitat de Cataluña ya ha actuado con rapidez tras la detección, lanzando campañas informativas y contactando directamente a las familias de más de 25.000 niños que no habían recibido la dosis de refuerzo.
Un desafío global con implicaciones locales
A nivel global, la situación del poliovirus sigue siendo delicada. Si bien el virus salvaje solo es endémico en Afganistán y Pakistán, los brotes derivados de la vacuna se han convertido en una preocupación creciente, especialmente en países africanos como Nigeria, donde el virus ha estado circulando de manera persistente. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha alertado de que estos brotes están vinculados a problemas estructurales: conflictos, sistemas sanitarios frágiles y dificultades para alcanzar a toda la población con campañas de vacunación.
La clave: Vacunación y vigilancia constante
Expertos en salud pública coinciden en que la solución pasa por reforzar las campañas de vacunación y mejorar los sistemas de vigilancia. Las detecciones en aguas residuales son una herramienta eficaz para identificar la circulación del virus antes de que provoque casos clínicos, pero no son suficientes si no van acompañadas de medidas preventivas.
¿Qué podemos esperar ahora?
En los próximos meses, es probable que se sigan detectando nuevos casos de poliovirus en aguas residuales europeas, especialmente si persisten las brechas en la cobertura vacunal. Aunque el riesgo de brotes en países como España es bajo, las autoridades insisten en que la vigilancia debe continuar. El verdadero desafío será mantener altas tasas de vacunación y cerrar las brechas existentes.
El poliovirus ha «lanzado» una advertencia clara: mientras haya regiones del mundo donde el virus circula, ningún país puede considerarse completamente seguro. Europa tiene las herramientas y el conocimiento para evitar una crisis sanitaria, pero la clave estará en no bajar la guardia.