El fascinante mundo del canibalismo en el reino animal
El canibalismo es una conducta que se puede dar en muchas especies animales; el término en sí se refiere al consumo de individuos de la propia especie. Si nos centramos en los seres humanos, el nombre apropiado es antropofagia. Solo de pensar que haya humanos capaces de tener este tipo de conductas se nos ponen los vellos de punta, pero aunque puede parecer extraño o incluso repulsivo, este comportamiento tiene una serie de causas y consecuencias en la naturaleza, por ello es interesante que conozcamos algunos ejemplos de canibalismo en el mundo animal.
El canibalismo en peces
Es importante mencionar que el canibalismo no es un comportamiento común en la mayoría de especies, sino que, en general, suele producirse en situaciones de estrés, como escasez de alimento o alta densidad de población. Es lo que ocurre, por ejemplo, con los peces. La conducta caníbal en estos vertebrados acuáticos se considera como una de las principales causas de mortalidad en la larvicultura, una técnica de cría en piscifactorías. Esta conducta se define como un tipo especial de predación que consiste en matar a un ejemplar de la misma especie para consumirlo parcial o totalmente. Se trata de un tipo de canibalismo llamado intracohorte y es una conducta adaptativa para condiciones de escasez de alimento. Para los pequeños alevines supervivientes, el canibalismo puede convertirse en una macabra forma de aprendizaje, ya que en algunas especies de peces, los individuos jóvenes pueden aprender a reconocer y evitar a sus depredadores naturales mediante la observación de ejemplares adultos consumiendo a otros de su especie.
El canibalismo en aves y murciélagos
No es tan común, pero puede ocurrir lo mismo en algunas especies de aves, cuyos individuos jóvenes pueden ser devorados por sus propios progenitores cuando no hay suficientes recursos para alimentarlos a todos. Y lo mismo ocurre en algunas colonias de murciélagos, donde las crías son consumidas en ocasiones por los adultos para evitar la competencia intraespecífica por los escasos recursos.
Consecuencias del canibalismo
Es importante mencionar que el canibalismo también puede tener efectos negativos en ciertas poblaciones, ya sea de peces, aves o mamíferos, porque si se descontrola y se da en una frecuencia muy alta, puede llevar a una disminución en el tamaño poblacional y en la diversidad genética.
El canibalismo por competencia
Otra causa diferente que puede terminar en canibalismo es la competencia por la pareja o por el territorio. Es lo que ocurre en algunas especies de reptiles, tras el combate entre dos machos en el que el vencedor puede llegar a matar y consumir a su contrincante. Se ha observado también esta conducta en aves, sobre todo antes de cortejar a una posible pareja, de manera que el macho vencedor se asegura eliminar al contrincante y el acceso total a la hembra.
Las «femmes fatales» del mundo animal
El canibalismo visto como una estrategia de supervivencia de ciertas especies lo podemos observar perfectamente en muchos géneros de arañas, donde la hembra, normalmente de tamaño mucho mayor que el macho, puede devorarlo tras la cópula para así obtener energía y nutrientes que necesitará para sacar adelante a su futura prole. Entre ellas está la curiosa técnica de envolver un insecto en una gran cantidad de tela de araña y entregárselo como ofrenda a la hembra, para llevar a cabo una cópula fugaz mientras esta se entretiene «desenvolviendo» el inteligente regalo.
Quizás el caso más conocido en el reino animal es el de los insectos de la familia Mantidae, las conocidas como mantis religiosas. Las hembras de algunas especies de mantis devoran la cabeza del correspondiente macho con el objetivo de conseguir un apareamiento mucho más eficaz y una mayor cantidad de nutrientes para llevar adelante su futura maternidad.
Autoservicio
Otro comportamiento que es incluso más extremo que el simple canibalismo es el autocanibalismo. Ocasionalmente algunos animales se comen partes de sus propios cuerpos, a este extraño proceder se le llama «autocanibalismo». Donde mejor se entiende esto es en casos de animales como perros, felinos, osos e incluso simios, que han llegado a comerse su propia piel o automutilarse ingiriendo músculos, tendones e incluso huesos propios tras quedar atrapados en trampas o lazos.
En conclusión, el canibalismo es un comportamiento complejo, presente en muchas especies animales. Sus causas y consecuencias en el mundo natural también dependen de muchas variables, aunque, como hemos visto, es un comportamiento que prima en situaciones de estrés. En algunas especies, puede ayudar a controlar la densidad de población, evitar el colapso de los ecosistemas o incluso mejorar la genética al eliminar individuos con características menos deseables y más débiles. Quedémonos con que, aunque a nosotros los humanos nos pueda parecer bastante repulsivo, en la naturaleza es una forma más de supervivencia y adaptación.