El 48,5% de los adolescentes de sectores medios se sintió sobrecargado de tareas y actividades escolares durante la segunda ola de coronavirus, mientras que los de sectores populares percibió agotamiento por buscar la manera de estar conectados con la escuela ante sus limitaciones tecnológicas, según un sondo realizado por una ONG en todo el pais.

El estudio del observatorio Chicos.net LAB fue realizado a adolescentes de entre 13 y 18 años en junio y julio pasados, cuando se vivía la segunda ola del coronavirus en el país.

El estudio demuestra que la mitad de los adolescentes de sectores medios (48,5%) se siente sobrecargado/a de tareas y actividades escolares.

En cambio, para los de sectores populares lo peor fue «el agotamiento de tener que encontrar la manera de estar conectados con la escuela por limitaciones tecnológicas, como ser la falta de conectividad y tecnología.

«En algunos entrevistados, se manifiesta en la práctica un abandono casi total de la escolaridad y la sensación de desazón e impotencia frente a sus circunstancias», destaca el estudio y agrega que lo que más les afectó «es tener restricciones para ver a los amigos y para hacer actividades que gustan».

El informe detalla que el 75% de los adolescentes considera que ha utilizado más la tecnología durante la segunda ola del Covidf-19, en relación con el año pasado, y que el 37% está conectado de 9 a 12 horas por día, mayoritariamente para tareas escolares, con más uso de la computadora y de Zoom, Meet o Classroom.

En tanto, casi 7 de cada 10 se sienten acostumbrados/as, 4 de cada 10 manifiestan cansancio y saturación por la exposición a las pantallas, no por la conexión en sí, sino de acuerdo a si implica obligación o placer.

“Si bien los y las adolescentes de sectores medios ya están acostumbrados a un uso mucho más intensivo de la tecnología a raíz de la irrupción del COVID-19, están preocupados por el exceso de pantallas y aprendiendo a autoregularse”, afirma Marcela Czarny, directora de Chicos.net y una de las autoras de la investigación.

La dirigente destacó que uno de los grandes cambios de este 2021 «fue precisamente la necesidad de auto control, ya que la mayor conexión a clases les agregó varias horas por día de pantalla y cansancio» como de vista, dolor de cabeza, embotamiento, entre otros.

De acuerdo a las conclusiones del estudio, para los sectores medios el cansancio físico y mental de estar muchas horas por día conectados para hacer clases virtuales les generó malestar, lo que más les afectó el ánimo es tener restricciones para ver a los amigos y para hacer actividades que gustan

Por eso los adolescentes «se inclinaron por actividades de ocio que involucraron tecnología como ser el uso de redes sociales en un 57,3%, hablar, chatear y jugar con amigos/as en un 54,9% y ver películas y series en un 32,8%».

En contraposición, los sectores populares sin conectividad «no encontraron tantas actividades recreativas en general y tampoco una búsqueda específica de alejarse del online, en línea con su menor acceso a la tecnología».

El sondeo mostró además que el 70% de los jóvenes consideran que aprendieron muchas cosas importantes durante la pandemia por ejemplo, el uso de nuevas tecnologías que imaginan les servirán en el futuro laboral (Zoom, Meet, Google drive, programas de edición, etc).

El mayor tiempo en casa también permitió a los de 17 años «profundizar el conocimiento de tecnología útil para desplegar sus pasiones, por ejemplo edición de video, cortar el pelo, etc».

Los autores del estudio aseguraron que aunque los/as adolescentes «ya cuentan con nociones de las problemáticas con las que se pueden enfrentar en el mundo on line, no significa que estén “alfabetizados digitalmente”.