La directora general de Cultura y Educación bonaerense, Agustina Vila, rechazó que haya una flexibilización en las condiciones para pasar de grado o de año en la provincia de Buenos Aires. «Hay un Pan Curricular definido en el Consejo Federal de Educación que involucra al 2020 y 2021 para cada área y materia, que supone que hay determinados contenidos que deben ser enseñados y aprendidos», definió la funcionaria.

Asimismo, sostuvo que «como los dos años de pandemia supusieron otras formas de enseñar y aprender», la provincia dispuso instancias de clases presenciales a contraturno de la jornada habitual y los sábados «para recuperar saberes».

«Si de septiembre a diciembre esos aprendizajes son efectivamente consolidados, podrán promocionar los estudiantes. Si eso no es así, el 1° de febrero comienzan las clases presenciales para seguir profundizando saberes pendientes. Rendirán examen a fin de mes», dijo Vila en declaraciones a radio El Destape.

En ese marco, resaltó que «el objetivo es que los chicos y chicas aprendan, esa es la razón de ser de la escuela» e insistió que para ello se crearon «más instancias de intensificación de saberes».

De ese modo, se refirió a los señalamientos formulados desde algunos sectores acerca de una supuesta flexibilización de los requisitos para la promoción del curso escolar para 2021.

Es que ayer, la cartera educativa provincial dio a conocer a través de la Resolución 397/21 el modo en que se evaluará y se acreditarán los aprendizajes y promoción escolar para la finalización del bienio 2020-2021.

Así, dispuso que los alumnos de las escuelas de la provincia de Buenos Aires que no hayan podido recuperar saberes pendientes en las clases a contraturno y las dictadas los sábados deban asistir a clases en febrero próximo para poder promocionar.

En tanto, aquellos estudiantes secundarios que cumplido el recuperatorio de febrero 2022 aún tengan trayectorias discontinuas o adeuden hasta 2 materias podrán pasar de año y seguir recuperando contenidos en el primer semestre de 2022.

Ello fue interpretado por algunos medios como una «flexibilización» para asegurar que la mayoría de los estudiantes pasen de grado o año.

Al respecto, Vila describió que «las mesas siempre estuvieron en diciembre y febrero. Eso no es novedoso. Lo nuevo es que en lugar de estudiar solos, con amigos en las casas o con profesores particulares, ahora la escuela organiza instancias de clases a contraturno para que puedan seguir estudiando y repasando».

La ministra de Educación contó que el programa ATR comenzó el año pasado, con visitas domiciliarias a chicos y chicas que estaban desvinculados de la escuela, dijo que en febrero se llevaron a cabo clases presenciales para esos alumnos y para los que tuvieran «materias abajo».

Luego detalló que en 2021 ATR+ comprende «al conjunto de estudiantes: a los que tienen una materia baja, algunos contenidos o muchos» y agregó que para ello se convocó a 30 mil docentes.

En ese contexto, expuso que «en septiembre de 2020 eran 279.000 los estudiantes que se desvincularon pedagógicamente de la escuela», añadió que «con el programa ATR y el esfuerzo de los docentes revinculamos a 170.000 estudiantes».

«Hoy hay 101.000 estudiantes desvinculados, que es aproximadamente el 3% de la matrícula de la provincia», dijo y aclaró que se trata de jóvenes que «están en contacto con la escuela, reciben las tareas pero no participan de forma afianzada de las clases cotidianamente: van algunos días y otros no».