El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, afirmó que su par ruso, Vladimir Putin, «eligió la guerra y enfrentará las consecuencias», a la vez que anunció nuevas sanciones económicas frente a lo que calificó como un «asalto brutal» contra Ucrania.
En una declaración en la Casa Blanca, el mandatario precisó que Moscú movilizó 175.000 soldados a su país vecino para un ataque que «estaba planeado hace meses».
Por la noche, Biden afirmó que «hay una ruptura total en este momento en las relaciones entre Estados Unidos y Rusia si continúan en el camino en el que están», y subrayó que la posibilidad de sancionar a Putin «está sobre la mesa».
En tanto, la vocera presidencial, Jen Psaki, dijo, también esta noche, en conferencia de prensa, que Washington no veía «ninguna amenaza mayor» de que Rusia vaya a utilizar armas nucleares en la invasión a Ucrania.
La funcionaria subrayó que la Casa Blanca estaba «en contacto» con el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, y «trabajando para brindarle apoyo», en lo que pareció una respuesta al mandatario, que minutos antes se había quejado de que su país quedó en soledad ante el ataque porque «todo el mundo tiene miedo».
Psaki aseguró también que Estados Unidos estaba preparado para recibir refugiados ucranianos, aunque reflexionó que probablemente «la mayoría quiera ir a Europa, a los países vecinos».
Biden había dicho en su primer mensaje que “los militares rusos iniciaron un brutal asalto contra el pueblo de Ucrania, sin provocación, sin justificación y sin necesidad; es un ataque premeditado, Putin lo viene planeando hace meses”.
«Hace semanas vinimos advirtiendo que esto iba a pasar», añadió y apuntó que Moscú «rechazó todas las posibilidades que le dieron Estados Unidos y sus socios para acercar, a través del diálogo, nuestras mutuas preocupaciones de seguridad».
Tras repasar algunos hechos recientes sobre la escalada de tensiones en el este de Ucrania, Biden calificó de «violación flagrante del derecho internacional» la decisión de Putin de reconocer como Estados independientes a Donetsk y Lugansk.
«Putin es el agresor, eligió la guerra y ahora enfrentará las consecuencias», manifestó, dijo que no tiene planes de conversar con él y aseguró que el mandatario ruso se convertirá en «un paria en la escena internacional».
«Sus ambiciones son mucho más grandes que Ucrania; quiere, de hecho, restablecer la antigua Unión Soviética, de eso se trata esto”, explicó al responder preguntas de los periodistas.
«La vasta mayoría del mundo está en oposición total a lo que está haciendo (Putin), desde Asia a Sudamérica, pasando por Europa y el resto del mundo; va a ser un día frío para Rusia, no hay mucha gente que esté saliendo a defenderlo», indicó.
El demócrata aseguró que la invasión va a representar «un costo severo para la economía rusa, tanto de inmediato como con el tiempo», a la hora de anunciar las sanciones «diseñadas para maximizar un impacto a largo plazo en Rusia y minimizar el impacto en Estados Unidos».
“Estados Unidos no está haciendo esto solo”, dijo, y agregó que los 27 miembros de la UE y los miembros del G7 participarán también de forma coordinada contra Moscú.
Las sanciones incluyen «limitar la capacidad» de Rusia para hacer negocios en dólares, euros, libras y yenes, como también «detener la capacidad de financiar y hacer crecer al ejército ruso».
Sancionará además a otros cuatro bancos rusos y suprimirá más de la mitad de las importaciones tecnológicas de Rusia.
Afirmó asimismo que sacar a Rusia de la red interbancaria Swift seguía siendo «una opción» pero que «actualmente no es (una) posición» compartida por los europeos y aseguró que las otras sanciones financieras anunciadas tendrían «tanto o más impacto» que esa medida solicitada por Ucrania.