El ministro de Economía, Martín Guzmán, consideró que el entendimiento con el FMI permitiría «construir certezas en un contexto de incertezas», al tiempo que celebró que el acuerdo «se discuta en el Parlamento» porque se trata de un «proceso que nos enriquece».

Guzmán, durante la presentación que realizó ante la comisión de Presupuesto y Hacienda del Senado junto con el jefe de Gabinete, Juan Manzur; el ministro de Trabajo, Claudio Moroni; el presidente del Banco Central, Miguel Pesce, y la titular de la AFIP, Mercedes Marcó del Pont, enfatizó que el programa de refinanciamiento de la deuda de US$ 44.500 millones tomada en 2018, «ayudará a equilibrar la balanza de pagos y fortalecer las reservas».

Durante el encuentro, que comenzó a las 15, Manzur fue el primer expositor, luego fue el turno de Guzmán y por último hizo lo propio Moroni, para pasar luego a un esquema de tandas de preguntas y exposiciones de los senadores que integran la comisión.

Manzur dijo que las miradas críticas hacia el acuerdo con el FMI «no deben ser razón para alentar el voto en contra en esta particular coyuntura» y consideró que la norma que se debate «no es a favor» del organismo sino «a favor de la Argentina».

En la apertura del debate en comisión en el Senado, donde pidió «un tratamiento urgente» para evitar «atrasos que generarían un daño inconmensurable a la recuperación del país», Manzur pidió «pensar y actuar por fuera de las divisiones políticas y con responsabilidad y vocación de futuro».

Luego de expresar su «profunda preocupación y rechazo» a los incidentes ocurridos el jueves último frente al edificio del Congreso, destacó el «respaldo tan ostensible» obtenido en la Cámara de Diputados al acuerdo y ponderó que se trate de «la primera vez en la historia parlamentaria que un proyecto de refinanciación de deuda con el FMI es estudiado y discutido con tanto detalle por nuestros legisladores, para luego recibir un amplio apoyo».

Por fuera del acuerdo con el FMI, uno de los temas que más preguntas acaparó de parte de los senadores fue el tema retenciones a las exportaciones agropecuarias, luego de que el Gobierno decidiera suspender el Registro de Exportaciones para las ventas al exterior de harina y aceite de soja.

«No se está contemplando un incremento en los derechos de exportaciones de los granos, el trigo, el maíz, el girasol, el poroto de soja y los demás granos», dijo Guzmán, en respuesta al senador entrerriano Alfredo De Angeli.

En lo que respecta al entendimiento con el organismo multilateral, el ministro ratificó que el programa es por US$ 44.500 millones y que incorpora US$ 4.500 millones «para fortalecer las reservas» del Banco Central y hacer frente a eventuales exigencias.

Guzmán también destacó que «existe un compromiso de actualizar el Presupuesto, de acuerdo a lo acordado» con el Fondo.

«Cuando un país negocia con el Fondo, negocia con todos los países del mundo» que integran ese organismo, y por eso, el pedido de Argentina de pagar la deuda a un plazo mayor a 10 años o bajar los sobre cargos que se le cobra por haberse excedido en su cuota de préstamo «requiere de una acción multilateral» en su favor, que no se obtuvo, dijo Guzmán al responder a una pregunta respecto a si presentó ante el organismo un pedido para extender a 20 años el plazo del programa de refinanciamiento.

El ministro afirmó que la sanción obtenida la semana pasada en la Cámara de Diputados «ha sido un paso muy importante y positivo para construir más estabilidad en Argentina».

Guzmán subrayó que el país «necesita el acuerdo» con el Fondo «para tener la capacidad de evitar un shock desestabilizante. La acumulación de reservas es el objetivo principal para calmar expectativas y fortalecer la estabilidad cambiaria».

Recordó que el programa plantea un objetivo de crecimiento de reservas internacionales de US$ 5.800 millones este año y otros US$ 4.000 millones para el siguiente.

Además, contempla bajar el déficit fiscal primero del 3% del PBI del año pasado, al 2,5% en 2022, 1,9% en 2023, y llegar a una situación de equilibrio en 2024.

«Con el acuerdo buscamos evitar que Argentina tenga profundo estrés en el frente cambiario, inflacionario y que descarrile la recuperación económica que estamos viviendo. En un contexto de incertidumbre, nuestro Gobierno busca construir certezas y dar previsibilidad», dijo Guzmán.

En otro tramo de su exposición, el ministro afirmó que «no hay ningún compromiso asumido en el programa con el FMI sobre impuestos o derechos de exportación. Es el Gobierno nacional quien define, diseña y ejecuta las políticas amplias, en el marco de los objetivos trazados».

Guzmán también negó que vaya a haber «un tarifazo» en los servicios públicos, como electricidad o gas, tras lo cual enfatizó que quienes pagarán una «tarifa plena son el 10 por ciento de la población de mayores ingresos», en el marco de un esquema de segmentación.

«Lo que se busca con el acuerdo con el FMI es abordar el problema que se presenta en la balanza de pagos para el año corriente y los dos años próximos. Producto del acuerdo sobre el stand by del 2018, Argentina tiene una carga de deuda récord con el FMI» que acumula vencimientos de aproximadamente US$ 19.000 millones de dólares en 2022 y US$ 20.000 millones para 2023.

«No hay posibilidad de que la Argentina pueda hacer frente a esta carga. Implica un potencial desestabilizante de la balanza de pagos con consecuencias potenciales cambiarias, inflacionarias, de producción, de empleo y sociales severas», dijo el ministro.

A pesar del esfuerzo fiscal, Guzmán destacó que «la obra más importante en términos estratégicos para el año que viene es el gasoducto Néstor Kirchner, que va a permitir conectar el sur del país con el norte y va a elevar la capacidad de transporte, y potenciar la capacidad de producción, sobre todo en la cuenca de Vaca Muerta «.

Esta inversión de capital «nos va a dar la posibilidad de sustituir importaciones, inclusive exportar gas al resto de la región y tener una matriz productiva más limpia del punto de vista de la generación de electricidad», agregó.

En este marco «para que haya inversión de escala es importante ir adaptando este esquema de regulaciones (en el sector cambiario) para el sector de la energía en particular», aseguró Guzmán.

Ante las consultas de los legisladores sobre cómo impacta en el precio de los combustibles, como efecto de la invasión de Rusia a Ucrania», Guzmán sostuvo que ese conflicto «está presente en la Argentina y eso se ve en los precios de los commodities, que están aumentando».