Macron supera a Le Pen y se verán en la segunda vuelta: ¿qué apoyos tendrá  cada uno? - AS.com

Cinco años más tarde, Francia vivirá un nuevo balotaje entre el actual presidente y candidato a la reelección, Emmanuel Macron, y la aspirante de ultraderecha Marine Le Pen, quienes lideraron la primera vuelta de este domingo pero con una ventaja más sólida que la prevista a favor del mandatario.

Macron fue el candidato más votado, con 27,60% de los votos emitidos, y sacaba una ventaja de más de cuatro puntos porcentuales a la líder de Agrupación Nacional (AN), que obtenía 23,41%, con 97% del escrutinio completado, informó el Ministerio del Interior en su sitio web.

Si bien el gobernante logró dominar los comicios de este domingo, la distancia con Le Pen de cara al balotaje sigue siendo ajustada y se situaría entre dos y ocho puntos, según las primeras encuestas publicadas esa misma noche.

Un margen reducido comparado al 32% de ventaja con el que había derrotado a la aspirante de ultraderecha en 2017.

«No nos equivoquemos, nada está decidido», advirtió el dirigente del oficialista La República en Marcha (LREM) ante sus simpatizantes, tras conocerse los primeros resultados.

«El debate que tendremos durante 15 días será decisivo para nuestro país y para Europa», sentenció.

En tanto, la líder de AN, instó a todos aquellos que no votaron por Macron a unirse a su movimiento.

«Lo que estará en juego el 24 de abril será una elección de sociedad y de civilización», dijo la candidata, que se postuló por tercera vez consecutiva y consideró que Francia necesita «una gran alternancia».

Poco después de difundirse las primeras estimaciones, los diez candidatos relegados del balotaje manifestaron sus apoyos de cara a la segunda vuelta del próximo 24 de abril.

A diferencia de lo sucedido en 2002, cuando todos los partidos llamaron a votar a favor del conservador Jacques Chirac y contra el aspirante de ultraderecha Jean-Marie Le Pen -padre de Marine-, el conocido como «frente republicano» no se reprodujo 20 años más tarde en un país, donde los tradicionales partidos de gobierno -el Partido Socialista del expresidente Francois Hollande y el conservador Los Republicanos (LR) del exmandatario Nicolas Sarkozy- sufrieron sus peores derrotas electorales.

Solo dos candidatos llamaron a sus bases a votar de forma clara a favor de Macron y «contra la extrema derecha» de Marine Le Pen: la socialista Anne Hidalgo (1,74% de los votos emitidos) y el ecologista Yannick Jadot (4,58%).

En tanto, el comunista Fabien Roussel (2,31%) llamó a votar por «la única boleta a disposición para vencer» a Le Pen, mientras que la candidata de LR, Valérie Pécresse, anunció que votaría «conscientemente» por Macron, pero no dio ninguna consigna de voto dada la división interna que sufre su partido entre radicales y moderados.

De hecho, su correligionario y finalista de las primarias, Éric Ciotti, quien representa al ala radical de los conservadores, manifestó que «no votará por Macron» en el balotaje y tampoco hizo un llamamiento.

El aspirante de izquierda y tercero de esta primera vuelta Jean-Luc Mélenchon (21,95%), cuyo electorado será clave para definir la segunda vuelta, instó a sus tropas a «no dar ni un solo voto a Le Pen» aunque sin pedirlo para Macron, en un intento de marcar sus distancias con el mandatario.

«Les toca a ustedes actuar, sabemos por quién no debemos votar nunca», dijo ante una multitud, según el diario Le Monde.

Algo similar hizo el candidato anticapitalista Philippe Poutou (0,77%), quien tampoco dijo a quién votar pero pidió no dar «ni un voto» a la ultraderecha.

Sin sorpresas, el periodista y candidato de ultraderecha Éric Zemmour (7,05%) llamó a votar por Le Pen, al igual que lo hizo el nacionalista Nicolas Dupont-Aignan (2,07%), quien ya le había manifestado su apoyo en el balotaje de 2017.

La votación, celebrada tras una campaña intermitente marcada por la invasión rusa de Ucrania y la pandemia, profundizó el voto a favor de formaciones antisistema -casi un 60% de los votos estimados- y agudizó la crisis de los partidos tradicionales, que quedaron fuera del balotaje por segunda vez consecutiva y reunirían menos de 7% de los sufragios.

Además, la jornada electoral estuvo marcada por una alta abstención, situada en base a los pronósticos entre 26% y 28,3%, que sería entre cuatro y seis puntos superior a la de 2017 y cercana al récord de 2002, de 28,4%.

En las próximas dos semanas, los franceses deberán reflexionar sobre el rumbo que tomará el país en los próximos cinco años, una decisión que podría implicar un cambio en las alianzas internacionales de esta potencia nuclear y económica si Le Pen sale elegida, dado su rechazo a la OTAN y su visión euroescéptica.