La vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner reivindicó el rol del Estado para combatir la desigualdad en el mundo acentuada por la pandemia, llamó «necios y cínicos» a quienes desmerecen el rol del Estado en las sociedades y renovó sus críticas al Poder Judicial, al inaugurar la Asamblea Parlamentaria Euro-Latinoamericana (EuroLat).

Ante la Asamblea reunida en el Centro Cultural Kirchner (CCK) que integran 75 eurodiputados y 75 representantes de los Parlamentos de América Latina y el Caribe, bajo el lema «Una recuperación económica justa e inclusiva en paz», la titular del Senado instó a repensar «una nueva ingeniería institucional» para hacer frente a las inequidades.

Fernández de Kirchner advirtió que la pandemia «vino a reinstalar la idea del Estado» y se preguntó qué hubiera sido de los países y de la vida de los pueblos «si los Estados no hubieran intervenido construyendo hospitales, atendiendo a los enfermos y negociando con los mercados, los laboratorios, para que pudiéramos salvarnos y no morirnos nosotros y nuestros seres queridos».

«Que alguien siga afirmando que el Estado no es importante en la vida de las personas o es un necio o un cínico, que los hay de los dos», remarcó ante un auditorio colmado de autoridades, legisladores nacionales y extranjeros, autoridades parlamentarias y militantes del kirchnerismo.

Para la Vicepresidenta, «las desigualdades no nacen por un orden natural sino que son producto de decisiones políticas o de falta de decisiones políticas», puntualizó, y luego aseguró que «la gran discusión» a nivel planetario es «si a este proyecto capitalista que se da en todo el mundo lo conducen las leyes del mercado o las leyes de los Estados».

«Esa es la clave para abordar seriamente el problema de la desigualdad, salvo que sea un ejercicio dialéctico de encuentros esporádicos», subrayó, y consideró que también se debe plantear «qué tipo de Estado» se necesita.

En esa línea, renovó sus críticas a la Justicia en Argentina en un tramo de su discurso en el que mencionó a «nuestro Parlamento, nuestros Ejecutivos y nuestro Poder Judicial, tantas veces cooptado por el mercado y los factores económicos».

Sobre ese punto, dedicó un tramo de su mensaje a resaltar lo que significa ejercer el Ejecutivo tras haber sido electo democráticamente en las urnas cuando hay otros poderes permanentes -como el poder financiero mundial- que no se someten a revisión, ni deben ser refrendados cada cierto período.

Entonces, al referirse al poder limitado con que cuentan los presidentes, se preguntó «cuánto representan del poder tomado como un 100 por ciento», para luego remarcar que el «poder» se expresa «cuando alguien toma una decisión y esta decisión puede ser aplicada y es respetada por el conjunto de la sociedad».

Así, diferenció el ejercicio del poder de la posesión de los atributos del mando -la bastón y la banda presidencial- que se reciben al iniciar el período de Gobierno.

«Que te pongan una banda y te pongan el bastón un poquito es…», advirtió sin completar la frase y luego añadió: «Créanme, lo digo por experiencia, y ni te cuento cuando no se hacen las cosas que hay que hacer».

Luego se refirió a América Latina para reiterar sus advertencias sobre el funcionamiento de lo que denomina «Partido Judicial», que -según dijo- funciona «como instrumento contra los gobiernos nacionales y populares».

En relación a los temas judiciales, Fernández de Kirchner recordó la citación a declaración indagatoria del 13 de abril de 2016 por la causa de dólar futuro, en la que fue acompañada por una multitud frente a los tribunales federales de Comodoro Py.

Y después se preguntó por qué ella y otros miembros de su Gobierno fueron procesados por una decisión política legítima, por la venta de dólar a futuro desde el Banco Central a finales de 2015, cuando ningún juez encontró irregularidades en el préstamo récord que en 2018 Cambiemos recibió del FMI.

«Cuando las sociedades juzgan cada cuatro años, juzgan a los que están acá sentados, no a esos poderes. La insatisfacción de las democracias, (cuando) la gente termina enojada con la política, debería obligarnos a replantear a todos la necesidad de repensar nuestra ingeniería institucional, donde se invista de poder a las instituciones, estas o las que haya que crear, pero estamos a tiempo antes de que sea demasiado tarde», exhortó.

La presidenta del Senado cuestionó además al sector privado, al señalar que durante la pandemia recibió «todo tipo de ayuda, de carácter financiero, fiscal, crediticio», pero «sin embargo, ante esta otra tragedia que estamos viviendo, de una guerra, nos encontramos con que el mercado nos contesta que no importa, que (lo que importa) son sus ganancias, su rentabilidad. No va así».

«Mi rentabilidad, y los demás que revienten», resumió la Vicepresidenta para transmitir su planteo sobre la resistencia de sectores empresarios que se niegan a colaborar con algún aporte impositivo frente a la suba récord de precios producto de la guerra en Ucrania.

Y luego siguió: «Como dicen los chicos, así no vale, así no juego más: si cuando vos nos necesitaste te pagamos salarios y no pagaste impuestos, ahora que te necesitamos a vos para el pueblo me parece que estas cosas debieran discutirse», reclamó ante los aplausos del auditorio.

La funcionaria dedicó también parte de su alocución a cuestionar el rol de la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte) en el marco de los conflictos bélicos, como el de Ucrania y Rusia, y reiteró su llamado a terminar «con el doble estándar» de las grandes potencias en ese sentido.

«Cuando no les conviene apoyar una invasión la rechazan y cuando les conviene está todo bien», sostuvo e incluso reprochó ante los dirigentes de la Eurolat que la OTAN sostenga una base en Malvinas.

Además, la Vicepresidenta recordó la gestación del Estado de Bienestar y valoró los niveles de vida alcanzados en las sociedades de Europa y América Latina entre el final de la segunda guerra y de los años ’70.

«El Estado de Bienestar era un sistema donde el Estado tenía responsabilidad sobre la vida de las personas, su trabajo, salud, educación. Pero con la caída del Muro de Berlín surge la doctrina neoliberal. Ya no estaba el miedo al oso comunista. Había que crear otro sentido común: el Estado ya no era responsable de tu vida porque vos sos libre y tenés lo que te merecés y si no lo tenés será porque no has hecho lo suficiente», cuestionó en otro momento del discurso.

Fernández de Kirchner abrió las deliberaciones flanqueada por el parlamentario Oscar Pérez Pineda, de la Cámara de Representantes de Colombia y copresidente de Eurolat por el componente latinoamericano, y por Javi López, eurodiputado español y copresidente de Eurolat por la parte europea.

Pérez Pineda consideró que ambas regiones «deben ser el motor de una verdadera recuperación, pidió no regresar a un mundo que ya mostraba su insostenibilidad» antes de la pandemia y reclamó «políticas de canje o sustitución de las deudas» de las naciones para «un mundo justo e inclusivo».

También llamó a «combatir populismos y autoritarismos» para luego convocar a «dejar de lado las diferencias ideológicas» para fomentar una «tercera vía» para que nuestras regiones sean «un ejemplo de desarrollo sostenido».

El español, por su parte, abrió su discurso con un elogio a la Vicepresidenta al sostener que «uno se siente haciendo de telonero de Los Beatles y es un poco complicado», en referencia al hecho de anteceder en la palabra a la exmandataria argentina, que había sido ovacionada minutos antes por militantes.

Sobre la integración regional, López valoró que Argentina se haya «convertido en el motor regional al tener la presidencia de Celac» y coincidió con la necesidad de rechazar la guerra en Ucrania y manifestar su preocupación por las consecuencias y el hecho de que pondrá «en jaque la seguridad alimentaria» en varias partes del mundo.