Personas privadas de la libertad de una cárcel ubicada en el partido bonaerense de Florencio Varela obtuvieron el diploma de educadores populares, tras aprobar un curso de alfabetización dictado por la Universidad Nacional de Quilmes (UNQ), informó el Servicio Penitenciario provincial (SPB).

La experiencia educativa se desarrolló en la Unidad 31, tras un acuerdo entre el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la provincia de Buenos Aires y la Universidad Nacional de Quilmes.

Según lo acordado, desde agosto del año pasado y hasta junio de 2022, doce personas privadas de libertad participaron como alumnos de un curso de alfabetización, que tiene como objetivo enseñar a leer y escribir a otros internos, para que así puedan comenzar a transitar los niveles formales de educación.

Javier, uno de los diplomados, tiene 45 años y en pocos días recuperará su libertad luego de estar detenido por cinco años. Mientras cumplía su pena aprovechó para terminar sus estudios secundarios.

“Cuando estaba en la calle no pude estudiar, me había quedado eso pendiente y por suerte acá en la Unidad 31 la gente de la escuela y los compañeros del Centro Universitario me ayudaron mucho con los papeles y pude terminarla. Ahora estoy estudiando comunicación en la Universidad de La Plata”, explicó el hombre.

Sobre la posibilidad de ayudar a que otros internos a aprender a leer y escribir, el recluso comentó que “esto es algo que afuera no me había imaginado pero que nos hace muy bien. Yo estoy próximo a salir y no quiero volver más acá, quiero otra vida acompañado por mi familia y ayudar a que no haya ningún chico que no sepa leer y escribir”.

El docente coordinador del proyecto, y referente de la Cátedra de Educación Popular y Comunicación Popular de la Universidad Nacional de Quilmes, Daniel Carceglia, comentó: «El proceso fue muy virtuoso, todo el trayecto educativo que llevaron adelante dentro del penal. Ellos ya están alfabetizando”.

“Lo que se viene es aún más auspicioso, mucho más potente: intentaremos que estos alfabetizadores sean formadores de nuevos alfabetizadores en otras de las unidades de Florencio Varela. Para eso, vamos a acompañar sus prácticas de formación de formadores y las prácticas de los formadores que ellos preparen en la alfabetización», explicó el docente.

Además, Carceglia analizó que «es un doble trabajo importante», ya que es «multiplicador y ayuda a dar más oportunidades, a generar igualdad, nuevas miradas desde lo educativo y nuevas proyecciones para que quienes están dentro del penal tengan más herramientas para su vida, para su propia transformación”.

Por otra parte, desde el SPB, Alberto Saravia, contó que desde el organismo apoyan todo lo que sea para que los internos tengan más herramientas para la vida, «para que salgan mucho mejor de lo que entraron y para eso es importante que estudien y aprendan oficios, pero también es importante que se formen para estar mejor durante su detención, los estudios los hace ser mejores».

En la Unidad 31 se efectuó el acto en el que la Universidad Nacional de Quilmes hizo entrega de diplomas, libros y material pedagógico a los 12 privados de la libertad que completaron su formación.