Un operativo policial para dar con dos ladrones pudo terminar en una tragedia a causa de dos ladrones que, para escapar, tiraron a un bebé de siete meses y en el escape, el padre casi lo pisa con el auto. La criatura se salvó de milagro.

En el marco de la investigación por el asalto a un kiosco en Camino General Belgrano y 493 de la localidad de Gonnet, personal policial identificó a los dos ladrones, originarios de la zona de Arturo Segui. Contactaron a uno de los identificados por las redes sociales y pactaron la compra de los celulares robados en el polirubros.

En ese camino pactaron un encuentro en la esquina de 8 y 51 de Villa Elisa, en lo que se denomina en la jerga policial, una “ratonera”. Policías vestidos de civil vieron llegar a los dos sospechosos con un bebé en un auto Volkswagen modelo Gol (línea antigua) de color azul.

Cuando los malvivientes advirtieron que habían sido engañados, uno de ellos arrojó al bebé contra el asfalto, apuntó con un arma de fuego a los policías y comenzó su escape a la carrera. A la par, su cómplice, padre de la criatura y conductor del auto, dio marcha atrás en una riesgosa maniobra que por centímetros no aplastó al niño.

Los policías de inmediato pusieron a resguardo el bebé y minutos después detuvieron al conductor del vehículo. La persecución del otro delincuente continuó hasta 9 y 52, donde descartó el arma, un revólver calibre 38 corto. El revólver fue incautado pero el ladrón sigue prófugo.

Los policías dieron con la madre del bebé y fueron llevados en ambulancia hasta el Hospital de Niños de La Plata donde fue asistido por los golpes que sufrió.

En el auto de los malvivientes se secuestraron tres celulares, entre ellos uno de la víctima del asalto en el kiosco.

La causa está en manos de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 2 de La Plata, a cargo de la fiscal Betina Lacki.