El ministro de Economía, Sergio Massa, se mostró satisfecho con los resultados obtenidos por el plan de estabilización que comenzó a implementar hace un poco más de un mes y seguro de que la Argentina cumplirá con las metas del Fondo Monetario Internacional (FMI) en 2022.

En un alto en el sexto día de su gira debut internacional por Estados Unidos, analizó con la prensa argentina los principales temas de la agenda económica argentina tratados, como la restricción externa y energética, en la víspera de la reunión clave que mantendrá con la titular del FMI, Kristalina Georgieva, y el número dos del Tesoro, David Lipton.

“La semana fue buena con el FMI”, resumió Massa, respecto del “trabajo técnico de todas las áreas de Ministerio de Economía con otras del Fondo para cerrar la revisión del segundo trimestre y construir el documento de prospectiva” de la economía hacia adelante.

“El programa tiene objetivos y tenemos que trabajar para cumplirlos, y es parte de los compromisos que la Argentina asumió como país; y de alguna manera nos ponen en la obligación de asumirlos como responsabilidad de Gobierno”, afirmó al ser consultado sobre el cumplimiento de metas del programa.

Dos datos clave ayudaron a un clima de mayor distención, la recuperación de las reservas en la semana tras la implementación del dólar-soja que, según expresó, “fueron mayores a los esperados”, y el nuevo respaldo de los organismos internacionales recibido aquí, sobre todo con el crédito de libre disponibilidad de US$ 1.200 millones del BID, que subieron el piso de expectativas de la acumulación de reservas para 2022.

Asimismo, Massa destacó que el mismo “será transitorio” y le permitirá al Argentina juntar 5.000 millones hacia fines de octubre y luego cumplir con la meta del FMI a fin de año.

“El programa de incentivos es un programa que tiene inicio y finalización y un compromiso mínimo de liquidación de las cerealeras de US$ 5.000 millones, y superó el cumplimiento de la primer semana respecto del comprometido”, resaltó el funcionario, tras mirar en su celular los números internos que maneja su equipo de los 3,8 millones de toneladas que los productores liquidaron en la semana.

“Entiendo que -continuó- lo mejor que pasó es que el programa de incentivos representó un estímulo de precios que se reflejó en pizarra y alentó a productores a fijar nuevas operaciones, algo que venía retraído porque gran parte de los productores estaban con contratos a futuro a noviembre y muchos decidieron cerrar los contratos y vender”.

De esta forma, explicó, “la primera semana (del plan) fue buena y el nivel de operaciones preregistrado para el lunes sigue siendo alto, es muy bueno que los bancos hayan salido a trabajar tan fuerte alentando a los chacareros” a liquidar.

No obstante, Massa consideró que el desempeño logrado podría mejorar y deslizó que podría haber algún tipo de refuerzo en las medidas si las cerealeras no trasladan los nuevos precios al productor.

“No puede haber picardía en la fijación de precios de las cerealeras porque representa una base de valor que tiene que reflejarse en pizarra”, afirmó.