Recorrer los sitios web y buscadores de todas las inmobiliarias de la ciudad. Anotarse en cuanto grupo de Facebook de inquilinos haya dando vueltas. Contarle a todas las personas que sea posible y publicar en los estados de WhatsApp. Mantener la esperanza de que aparezca un conocido de un conocido y facilite la operación. Resignarse y pagar una abultada cifra para renovar el contrato o mudarse.

Alquilar una casa o departamento para vivir en Mar del Plata pasó a ser una misión casi imposible. En realidad, es una odisea por la que pasan miles de personas: debe haber pocos marplatenses que no tengan un familiar, amigo, vecino o conocido que haya atravesado ese trance.

Si bien siempre resultó complicado y costoso encontrar un buen lugar para vivir, en los últimos años la situación se agudizó a tal punto de que en la actualidad la oferta para alquilar es “prácticamente nula”.

En el Colegio de Martilleros de Mar del Plata expresaron preocupación por una problemática que se agrava. Si bien ya en los últimos tiempos, desde que se reformó la ley, advirtieron de las complicaciones que generaba, en la actualidad la situación es dramática: casi no hay oferta.

A partir de la reforma de ley 27.551 que extendió los contratos a tres años con un ajuste anual, se generaron una gran cantidad de dificultades.

“Se veía venir que se iba a reducir la oferta, hasta un punto que la oferta hoy es prácticamente nula. En un mercado donde no hay oferta, lógicamente los precios se disparan aunque también dentro de un límite que es el bolsillo de la gente. Entonces, por más que se quieran pedir valores muy elevados, el inquilino no lo va a poder pagar”, resumió el presidente del Colegio, Guillermo Rossi.

Para el representante de los martilleros, gran parte del origen de la problemática, está en la ley 27.551 de alquileres aprobada por el Congreso en 2019.

Entre otros puntos, la Ley prevé contratos con una duración máxima de tres años, actualizaciones anuales y, en el caso de rescindir el contrato, un preaviso de tres meses para no tener que abonar una indemnización, entre otras cuestiones.

Sobre la actualización anual del índice por el cual se hace el ajuste anual, la ley prevé en su artículo 14 que debe estar constituida por partes iguales entre la variación mensual del IPC y la Remuneración Imponible Promedio de los Trabajadores Estables (Ripte).

“Es un mercado difícil por esa ley. Es difícil y angustiante y lo peor es que no aparece una expectativa de claridad al fondo de esto”, indicó Rossi. Y agregó: “Estamos muy preocupados por todas las partes: propietarios e inquilinos que no encuentran dónde mudarse”.

La ley se intentó modificar el año pasado en la Legislatura y se pusieron en discusión diferentes proyectos. Sin embargo, la iniciativa no prosperó y hasta el momento no hay mayores indicios de que se pueda tratar este año.

El rechazo a la ley provocó que la oferta de alquiler se reduzca drásticamente. Muchos propietarios decidieron retirarse del mercado y poner la propiedad en venta o alquilarla en temporada de verano y luego por nueve meses para estudiantes.

“Son un gran numero de propiedades que se retiraron y mientras no tengamos unas reglas claras, los propietarios no las van a volver a alquilar”, analizó Rossi aunque remarcó que los valores son “razonables” y consideró que “si hubiera un ajuste semestral que no fuera tan violento, se volcarían muchas propiedades al mercado”.

El aumento para los alquileres se rige por el índice para contratos de locación (ICL) que se modifica a diario y sigue los pasos de la inflación.

“Estamos en cifras cercanas al 90% anual. Pero no todos los sueldos subieron en ese porcentaje y aún para los que subieron, el costo de vida aumentó más”, señaló el martillero.

Ante esta situación, Rossi indicó que los martilleros buscan “aportar para buscar punto intermedio entre las partes”. “Nos estamos reuniendo con propietarios e inquilinos permanentemente buscando soluciones o prórrogas que permitan llevar adelante esta situación difícil hasta que haya un mercado con más oferta”, amplió.

De cara a una posible modificación de la ley, Rossi planteó dos prioridades: que los contratos sean de dos años y que el ajuste se realice en forma semestral.

Fuente: La Capital de Mar del Plata