El uzbeko Sayfullo Saipov, culpable de matar a ocho personas -entre ellas cinco argentinos- hace cinco años en Nueva York, logró hoy esquivar la pena de muerte por los desacuerdos en el jurado, pero deberá pasar el resto de sus días en la cárcel, informó la prensa de Estados Unidos.
El jurado debía decidir si Saipov era condenado a muerte o a cadena perpetua, pero como fue imposible lograr un fallo unánime tendrá la que se supone la pena más leve de las dos posibles, sin posibilidad de excarcelación.
El condenado pasará 22 horas al día solo en su celda, según las televisoras Telemundo y Univisión.
Saipov no pareció expresar ninguna emoción o reacción mientras escuchaba la traducción del juez Vernon Broderick cuando leía el extenso veredicto, y se limitó a mirar hacia adelante, escuchando a través de auriculares en la mesa de la defensa.
El hombre de 34 años fue hallado culpable en enero en un caso federal por matar a ocho personas en un carril de bicicletas de Manhattan, hace cinco años, en un intento por impresionar a un grupo terrorista.
La defensa había pedido un juicio nulo, pero los integrantes del jurado deliberaron el jueves último sin llegar a una decisión, y continuaron este lunes con idéntico resultado.
Saipov, un ciudadano uzbeko que vivía en Nueva Jersey en el momento del ataque del día de Halloween (31 de octubre) de 2017, manejó una camioneta alquilada de Home Depot al menos 10 cuadras por el popular sendero para bicicletas de Hudson River Greenway, y golpeó a casi una docena de peatones y ciclistas antes de chocar contra un colectivo escolar.
El ataque mató a una mujer belga que estaba de visita con su familia, a dos estadounidenses y a cinco amigos argentinos que festejaban en la ciudad sus 30 años de egresados de una escuela de Rosario.
Las víctimas fatales argentinas fueron Hernán Mendoza, Diego Angelini, Alejandro Pagnucco, Ariel Erlij y Hernán Ferruchi. Martín Marro resultó herido.
Se trató del ataque más mortífero en Nueva York desde el 11 de septiembre de 2001, cuando miembros de Al Qaeda secuestraron dos aviones y los estrellaron contra el World Trade Center.
Saipov dijo que actuó en nombre del grupo yihadista Estado Islámico (EI).
EI integra la lista de organizaciones terroristas que Estados Unidos elabora cada año.
Una sentencia de muerte para Saipov hubiera sido una rareza en Nueva York, porque el estado ya no aplica la pena capital y la última ejecución fue en 1963.
Saipov supuestamente no mostró remordimiento y los fiscales le dijeron al jurado en los argumentos finales que más tarde, el día después del ataque, dijo que estaba orgulloso de lo que hizo y sonrió cuando habló con un agente del FBI.
El uzbeko salió de su camioneta gritando “Dios es grande”, en árabe, con pistolas de perdigones y bolas de pintura en sus manos antes de que un oficial de policía le disparara porque pensó que eran armas de fuego reales.
También pidió colgar la bandera de EI en su habitación del hospital de Manhattan, dijeron los fiscales anteriormente.