La Cuenca Matanza Riachuelo cuenta con un organismo de control «profundamente presente en el territorio, que cuenta con equipos capacitados e impulsa políticas innovadoras y estratégicas de modo interdisciplinario», aseguró el presidente de Acumar, Martín Sabatella, quien remarcó que se logró «avanzar hacia una nueva etapa en el saneamiento».
La Autoridad de Cuenca Matanza Riachuelo (Acumar) se creó oficialmente el 5 de diciembre de 2006, luego de la sanción de Ley 26.168 -en noviembre de ese año- como ente de derecho público interjurisdiccional, para ejercer su competencia en el área de la Cuenca Matanza Riachuelo y atender a su deterioro ambiental.
De cara al cierre de gestión del próximo 10 de diciembre, Sabatella dijo: «Sin dudas, el balance en este fin de gestión es altamente positivo» ya que bajo el lema de «Prevenir, recomponer y mejorar es la tarea» se realizaron «muchos y muy significativos los avances en pos del saneamiento», detalló el organismo a través de un comunicado.
En este marco, Acumar destacó que se realizaron grandes obras de infraestructura, fiscalización y control de las industrias, promoción del empleo verde y acciones de limpieza.
Según este balance, la contaminación orgánica fue abordada a través de dos grandes hitos: el traslado del Mercado de Hacienda de Liniers a Cañuelas y, junto a AySA, la puesta en marcha del Sistema Riachuelo, una megaobra de ampliación cloacal que ataca a la mayor fuente de contaminación del río, los efluentes cloacales sin tratamiento.
Además, la obra del Parque Industrial Curtidor (PIC) en Lanús, fue concluida y se espera comenzar con la mudanza y radicación de pequeñas y medianas curtiembres de la Cuenca, aseguró el organismo.
Durante 2023, establecimientos industriales de la Cuenca, responsables del mayor porcentaje de contaminación, realizaron obras de adecuación a la normativa ambiental vigente y se crearon las Guardias Ambientales, equipos móviles de supervisión y prevención que recorren la Cuenca en busca de situaciones que puedan poner en riesgo la seguridad ambiental.
También se puso en marcha el Centro Integrado de Monitoreo y Control Ambiental (CIMCA), un lugar de recepción, registro, análisis y visualización online de los datos ambientales de la Cuenca, que permite optimizar la vigilancia integral.
En 2021 se incorporó el servicio de perfilado y desobstrucción que consiste en el raspaje del talud en lugares impactados por residuos y obstrucciones para acomodar los cauces con la finalidad de que el agua circule correctamente y así reducir la posibilidad de inundaciones.
También se ejecutaron obras de mejoras en el espacio público de la ribera del Riachuelo y se creó el Circuito Turístico Ambiental «El puente y sus dos orillas», un recorrido histórico y patrimonial gratuito por la Cuenca Baja para el que se instalaron dos Estaciones de Promoción e Interpretación Ambiental.
Con los gobiernos locales y el Ministerio de Desarrollo Territorial y Hábitat de la Nación se articuló para garantizar soluciones habitacionales para familias en situación de riesgo ambiental y en materia de Educación, el Programa Escuelas por la Cuenca llegó a más de 1000 instituciones educativas, promoviendo el compromiso con las problemáticas ambientales vinculadas al territorio.
Entre otras medidas, se destacó que en materia de salud se pusieron en funcionamiento las 16 Unidades Sanitarias Ambientales y las Unidades Móviles volvieron al territorio y para el período 2024-2027 se rediseñó el Plan Sanitario de Emergencia de la Cuenca.